A todo el mundo le gusta ser escuchado y entendido. Pero si encima consigues que el lector se ponga de tu parte, muchísimo mejor. Para eso son los textos persuasivos: se trata de conseguir que el usuario participe de lo que tú piensas y acabe dándote la razón.
Ojo, no es nada fácil escribir textos persuasivos. Sin saber un poco o un mucho de copywriting no hay nada que hacer. Las personas tenemos una alarma bien grande en la cabeza que nos avisa cuando alguien nos quiere convencer de algo. Cuando tratan de vendernos. Da igual lo que sea.
Nos asusta el lenguaje comercial. No nos gusta oír una y otra vez las mismas palabras que todo el mundo dice.
Pero no todo el mundo está a la defensiva. Y si te dedicas a las ventas, sabes mejor que nadie que no hay varitas mágicas para convencer a alguien que, simplemente, no quiere comprar.
No obstante, entre el grupo de los que no quieren comprar de ninguna manera y los que comprarían varias veces sin pensarlo, hay una inmensa escala de grises.
- Gente que sí compraría, pero se lo está pensando.
- Es posible que lo haga en un futuro, pero antes quiere comparar.
- Aún no es consciente de su necesidad.
- Se lo está empezando a plantear.
- Está en fase de descubrimiento porque es la primera vez que oye hablar del tema.
En definitiva, si vas a hacer textos persuasivos, hay muchísima gente que no tiene un NO por delante, sino un YA VEREMOS.
Índice
¿Qué es un texto persuasivo?
Son textos cuyo objetivo es persuadir, convencer, hacer que el destinatario piense o haga algo.
No podemos hacer magia, ni existe la palabra perfecta para que las personas digan, piensen o hagan lo que nosotros queremos.
Pero sí que podemos influir.
Sí que se pueden aportar argumentos sólidos.
Sí es posible acompañar al cliente para que piense con nosotros, para que nos siga el rollo y se sienta cómodo.
Funciones de los textos persuasivos
Entre las funciones de los textos persuasivos, no podemos dejar de lado algunas de las más importantes.
- Vender
- Mostrar un problema
- Generar una necesidad
- Provocar interés
- Atraer la atención sobre nosotros
- Influir para realizar una acción
Técnicas para escribir textos persuasivos o que convenzan
No es lo mismo intentar convencer alguien de que va a conseguir la luna, a algo mucho más cotidiano y sencillo.
Vender no tiene nada que ver con engañar, ni crear expectativas desmedidas para un producto o servicio que no se lo merece.
En cambio, de lo que se trata es de escribir para que el lector sea consciente de una necesidad que desconocía. O de una solución que puede resolver su problema. O para explicarle más sobre el asunto, porque anda muy perdido.
¿Cómo hacer un texto persuasivo? Veamos algunos ejemplos de técnicas que pueden ser útiles para escribir textos persuasivos.
1. Apela a las emociones
Las personas no siempre compran la cabeza, sino con el corazón. Si apelas a las emociones, podrás conectar con la mente de tu cliente potencial. Éste podrá darse cuenta de que comparte más cosas contigo de lo que parece. Que entiendes su problema y sabes perfectamente lo que siente.
Apelar a las emociones no implica sólo centrarse en el problema gigantesco de tu cliente. También va de gustar, de describir con gracia, de quedarse extasiados describiendo lo que haces, lo que eres o lo que ofreces. El copywriting emocional es útil para todo, desde un story telling hasta una ficha de producto.
2. Subraya el problema
Las personas no se dan cuenta de que un problema es un problema hasta que el problema no se ha convertido en un problema del tamaño de un dinosaurio.
Sí, he repetido muchas veces PROBLEMA. Porque muchos textos persuasivos se van a enfocar primero en este asunto. Si no subrayan todas las desgracias que te pueden ocurrir precisamente por esto, es muy difícil que entiendas que tienes una NECESIDAD.
Hay clientes que ya saben lo que necesitan, pero mucha gente no se da cuenta. Si lo que queremos es persuadir a través de nuestros textos, tenemos que mostrar el problema tan grande como es, o como podría llegar a ser.
Porque la realidad tiene muchas vertientes. Lo que ahora parece un asunto sin importancia, en el futuro podría ser la causa de muchas dificultades en tu vida o en tu negocio. Por eso es determinante que a la hora de hacer tus textos persuasivos te centres en los riesgos que el cliente está asumiendo: ¿qué pasaría si…?
3. Céntrate en la solución
Es una de las características de los textos persuasivos: son optimistas, aportan soluciones. Aunque hemos destacado el problema del cliente, no queremos dejarle descorazonado y triste. Si le hemos acompañado a lo largo de este camino de emociones dolorosas, ahora hay que brindarle una salida.
Los textos persuasivos no se quedan en la mera descripción de lo negativo. Tienen que levantar el ánimo del comprador, tienen que generar una sensación de «eureka». Para que realmente se convenza, necesita sentirse abrumado por la solución, deseoso de conocerla y saber más.
Porque tú lo que quieres no es que el cliente se quede sin más en el pozo de la desesperación. Quieres que emerja a la superficie. Deseas que pueda resolver su necesidad. Y para eso tus textos tienen que reflejar tal optimismo que el cliente quede completamente atrapado.
4. Dame argumentos fuertes
Cada vez que hablas de algo bueno, necesitas lidiar con las objeciones del cliente. Las típicas respuestas que daría alguien que ha comprado un producto parecido y no quedó satisfecho. Si tu producto no es como ese, entonces necesitas destacarlo, reverenciarlo.
Los argumentos de autoridad, el peso de los testimonios y los ejemplos, son una sólida forma de realzar lo que has dicho hace un momento. No puede ser que todas las alabanzas de tu producto o servicio sean tuyas. Necesitas que alguien hable bien de ti y el cliente potencial lo sepa.
Cuando muchas personas hablan bien de alguien, tendemos a sentir más confianza. Dale fuerza a los argumentos de autoridad para desarmar cualquier comentario de desánimo o desconfianza. Pon tu reputación en lo más alto y aprovéchala para conseguir nuevos clientes con tus textos persuasivos.
5. Da el último paso
Necesitas cerrar el acuerdo, dar el apretón de manos, ahora que tienes al cliente en tu terreno. Y ésta es la parte más importante: los clientes necesitan un último empujón, un Call To Action claro, contundente e irresistible.
Si dejas que tu cliente no sepa cómo actuar en tu página, todo lo de antes no habrá servido de nada. Los textos persuasivos siempre tienen un objetivo; que el cliente potencial realice una acción, como hacer click, dejar su correo o añadir un producto al carro de la compra.
Sea lo que sea lo que pretendas, si tus textos son naturales, cercanos, emocionales y convincentes, habrás logrado tu propósito.
La forma de hacerlo no es sencilla. Necesitas utilizar técnicas de copywriting persuasivo. O dejar que un profesional en el sector y que ha escrito numerosas páginas de venta lo haga por ti. ¿Quieres saber más? Contáctame.