No todo el mundo está acostumbrado a escribir. Enfrentarse con la página en blanco para contar lo que sea no es fácil.
Sin embargo, lo bueno que tiene la escritura es que, como todo en la vida, se aprende. Primero se empieza con poco, después vas abarcando más, hasta que al final el proceso de escribir se convierte en un acto tan primario como dormir o respirar.
¿Podemos vivir sin escribir, sin expresar lo que queremos contarle a otro? Ya sea que quieras hablar de las ventajas de un producto, o mostrar tus conocimientos como profesional, si quieres llegar a las personas necesitas aprender algunas técnicas para escribir mejor.
Índice
¿Cómo puedo escribir mejor? 5 consejos que me han ayudado
Vamos a analizar algunas técnicas que te pueden ayudar a escribir mejor y escribir más, sea cual sea tu caso.
1. Lee otros blogs
Para escribir ocurre lo mismo que a la hora de aprender un idioma. Necesitas imitar a otros que ya lo hablan.
Si quieres escribir artículos en un blog, tienes que leer blogs. Aprendemos por imitación, casi sin darnos cuenta. Somos el resultado de todos los artículos, libros y textos que hemos leído hasta ahora.
No hay nada en la punta de nuestra pluma, ni en la yema de nuestros dedos, que no hayan tecleado antes otras personas. Pero es nuestra singularidad, nuestra originalidad, lo que hace que cuando escribamos salga un texto único.
2. Escribe todos los días
Al igual que imitar a nuestros héroes de la redacción online, debemos incorporar otro hábito a nuestra vida: la repetición.
Si escribes todos los días, cada vez te resultará más fácil. Dejarás de sufrir el miedo a la hoja en blanco. O cuando menos, podrás modularlo poco a poco.
Como redactor freelance, escribo miles y miles de palabras cada día y cada mes. Decenas y decenas de artículos. Hay quienes sólo escriben cuando se le aparecen las musas; yo no puedo esperar tanto, porque para mi escribir es como respirar. Si dejo de teclear, dejo de cobrar.
3. Evita el perfeccionismo
Sí, ya sé que puede parecer contra-intuitivo. Algunos dirán que si lo que escribes en tu blog no vale la pena, es mejor que no lo escribas. Yo no estoy de acuerdo en eso.
También hay quienes piensa que, si cometes algunas faltas de ortografía, no deberías escribir. Tampoco lo comparto, aunque hay que corregirlas. El perfeccionismo no nos ayuda a aprender, salvo que sepamos utilizarlo en nuestro favor. La única forma de que corrijas tus errores es que primero los pongas sobre el papel.
Si el hecho de querer escribir artículos demasiado perfectos, va a hacer que te frustres y que no escribas nunca, entonces será como caminar arrastrando una pesa piedra a las espaldas. Es mejor caminar y equivocarse y aprender por el camino, antes que no escribir para que otros no descubran que cometes errores.
La mayoría de las veces, un texto sin personalidad pero bien escrito genera peores resultados que uno que hayas hecho desde el fondo del corazón.
4. Vuelve a leerlo
Evitar el perfeccionismo no es incompatible con ser tu más incisivo crítico. Para eso siempre es conveniente que vuelvas a leer lo que has escrito, que nunca dejes de revisar lo que escribes. Piensa que, aunque ahora las palabras fluyan de tus dedos, es posible que tu cerebro te haya jugado una mala pasada.
Crees que lo has escrito bien, pero escribir es un proceso mecánico (estás aporreando las teclas con los dedos, como lo haría un pianista). De lo que se trata es de que tu mente y tus dedos estén conectados y trabajen de manera sincronizada.
Aunque en tu mente estuviera la palabra correcta, es posible que la hayamos asociado con unos símbolos que no son exactos. Por tanto, vuelve a leer lo que has escrito. Seguramente habrá errores de los que ni te diste cuenta.
5. Escribe de todo lo que puedas
No hay nada de malo en que escribas de otras temáticas de vez en cuando. No tienes que ser experto en algo para escribir sobre algo. Basta que lo hagas con humildad, con transparencia. De hecho, aprendemos más cuando escribimos de lo que no sabemos, porque nos vemos obligados a documentarnos.
La mayoría de las personas que se nos presentan como expertas sólo están en una fase superior a nosotros. Nos parece un experto, pero es porque está utilizando la pose de experto. Está comunicándose con nosotros desde ese rol, y nosotros le escuchamos desde el rol de aprendices.
Por eso no hace falta necesariamente que un redactor esté especializado en la temática concreta. De otro modo, los que vendan algo muy especializado nunca encontrarían redactores. Es lógico que haya redactores de artículos especializados en temas jurídicos o en turismo, pero nos resultaría difícil encontrar a uno especializado en maquinaria agrícola.
El que ha escrito sobre productos para bebés puede escribir también sobre tecnología, aunque el registro no tenga nada que ver. Se trata de saber vender. Se trata de saber escribir y usar las palabras correctas.