Hace unos días mencioné que iba a escribir un artículo sobre cómo elegir un buen redactor web. Mucha gente se ha apuntado a la moda de escribir y dice ser “blogger”, “redactor web” o “redactor freelance”, pero no todos pueden corroborarlo con los hechos.
Al menos no con la suficiente calidad como para poder ofrecer trabajos profesionales que merezca la pena publicar en el blog corporativo de una empresa.
A veces me han mandado currículos o propuestas de colaboración, y aunque debo reconocer que hay gente muy valiosa, también es verdad que hay otros que no inspiran mucha confianza.
Y lo digo sin ánimo de ofender a nadie; ser un buen redactor freelance profesional no es una tarea fácil y de hecho todos debemos seguir mejorando. Puedes mirar aquí los servicios de redacción web que te ofrezco.
¿Qué requisitos son los más importantes que debería tener un redactor web?
Hablo desde mi visión personal y entiendo que no todo el mundo tiene por qué compartirlo. Pero lo cierto es que podríamos hablar por una parte de unos requisitos básicos que creo que deberían acompañar a cualquier profesional y que te pueden servir como empresa para escoger a un redactor en el que puedas confiar.
Los requisitos básicos que considero imprescindibles para un redactor freelance:
1. No deberá cometer faltas de ortografía muy escandalosas
Si alguien dice que es redactor web profesional, debe conocer el idioma en el que va a redactar, además de escribir por encima de la media. Una cosa es cometer un desliz y otra escribir sistemáticamente con errores ortográficos.
Además, es absurdo que un texto esté plagado de errores cuando en el editor de WordPress tienes un corrector ortográfico automático muy bonito que te permitirá corregirlos.
2. Es un tío (o tía) legal
Sé que las cosas no son fáciles y cuando uno está empezando menos todavía. Pero lo cierto es que lo justo es hacer las cosas de manera legal, tanto por nuestro propio bien como por el de las empresas con las que trabajamos.
Si tienes una empresa y quieres contar con la ayuda de un profesional, lo mejor es hacerlo todo de forma legal para no llevarte luego sorpresas desagradables. Un redactor profesional te debe hacer factura legal como en cualquier otra transacción.
3. No finge que sabe de lo que no sabe
No necesariamente ha de ser experto en el tema, pero sí al menos debe documentarse sobre los contenidos de los que piensa escribir. Hay temas muy específicos que requieren de mucho esfuerzo.
Si eres una empresa y estás buscando servicios de redacción especializados en “odontología”, muy probablemente te va a resultar más complicado que encontrar uno que esté especializado en «tecnología» o “turismo”, por ejemplo.
Por eso recomiendo a algunas empresas en algunas ocasiones que deben ser un poco flexibles y buscar a alguien que provenga de un sector próximo al suyo, o sepa documentarse bien, aunque no tenga una especialización temática exacta.
4. Entiende algo de SEO
Podemos ser buenos escritores, pero también es muy recomendable que estemos al tanto de cuáles son las vías por las que los usuarios van a llegar a nuestros contenidos.
Podemos ponernos muy poéticos a la hora de hacer un post y hacer mil y una florituras literarias, pero si el texto no llega a la gente que nos interesa, no lo va a leer nadie y no va a servir de mucho.
Por cierto, no quiero decir con esto que un redactor deba estar obsesionado con el SEO. En el post “A Google no le gustas” ya dije algo sobre el asunto.
5. No parece un siniestro robot que vomita frases
Los textos deben ser cálidos, ágiles, valientes, divertidos. Tienen que hacernos llorar o reír, gustar o entusiasmar, no dejar a nadie indiferente; tenemos que conseguir que el lector pegue un salto en la silla o se eche a reír a carcajadas.
Si todos hacemos los mismos textos, usando las mismas palabras clave y sin pizca de gracia ni calidad literaria, el lector se muere de aburrimiento. Hay que tocar su fibra sensible, demostrarle que hay un ser humano apretando esas malditas teclas y no un personaje sin alma.
6. De pequeño no era “el copión de la clase”
Los niños que de pequeños tenían la mala costumbre de copiar ejercicios de Internet y presentárselos al profe, o echar un ojo a la hoja del compi de pupitre, no tienen buenos antecedentes para ser buenos redactores web.
Debes de asegurarte de que han aprendido la lección y ahora sólo crean contenido pulcro, divertido y original.
Copiar es un pecado mortal en marketing de contenidos. Un redactor que copia contenidos, aparte de que te está timando, está perjudicando el SEO de tu página al proporcionarte contenido que Google considerará duplicado.
Si tienes una empresa, quizás en algún momento has tenido la tentación de copiar noticias de tu sector en tu blog. Siento decirte que esto que estás haciendo no es correcto y deberías borrar esos artículos de tu página, empezando a crear contenido original.
7. Te hace un precio justo
Soy del pensamiento de que el precio no debe ser lo fundamental, ya que estamos hablando de una inversión. Si una inversión te produce beneficios, vale la pena hacer esa inversión. Si no, no. Cuidado; que no produzca beneficios a corto plazo, no significa que no produzca beneficios. Y también hay que entender que si no tenemos ningún sistema para medir hasta qué punto la estrategia es buena, tampoco sabemos exactamente si estamos haciendo o no una buena inversión.
Hay redactores que cobran a precios muy baratos, pero te van a ofrecer unos contenidos de muy poca calidad y que no te van a ayudar demasiado. De hecho, te van a perjudicar. No te sale rentable apostar por unos precios de risa si al final va a resultar que los contenidos que te ofrecen no son de buena calidad.
8. Sabe editar con estilo
Lo dijimos el otro día: editar bien un texto puede ser casi tan importante como publicarlo. Habrá redactores que te pasen el texto en una hoja de Word, si así lo has acordado, y no hay nada de malo en ello.
Pero en caso de que les hagas un usuario en tu página, no dejes que editen el texto como les dé la gana si no saben muy bien cómo hacerlo. Asegúrate de seguir unas normas de estilo para que los artículos tengan un aspecto estético y de calidad, además de utilizar bien las etiquetas HTML.
9. Sabe qué es lo que quieres
Tiene un sexto sentido para saber qué es lo que te ayuda a vender, conoce a tu audiencia, sabe cómo llegar al corazón de los que te compran y qué palabras es necesario utilizar.
Tiene ánimo de ayudar y solucionar problemas, no es un escritor viscoso con ganas de vender a diestro y siniestro sin saber muy bien lo que está vendiendo. Es alguien que habla en tu idioma y en el de los lectores.
10. Respeta tu marca por encima de todo
Un redactor es un elemento esencial a la hora de cuidar tu marca. Si tu redactor no se toma en serio el cuidado de tu imagen, es que no le importas lo suficiente, o no tiene suficiente tiempo como para preocuparse por ti y por tus clientes.
Estos son sólo algunos puntos que creo que debería cumplir todo redactor web, pero cada proyecto en específico puede tener por supuesto algunos otros requerimientos.