Llevo los últimos tres años escribiendo casi a diario, aunque no publique mucho en este blog (yo mismo me estoy tirando de las orejas).
Antes de empezar a dedicarme a esto profesionalmente, allá por marzo de 2013, he publicado muchos artículos en Internet, prácticamente desde que iba al instituto.
He redactado posts que han tenido mucho éxito y otros que han pasado sin pena ni gloria.
Muchas veces un post ha tenido un gran éxito sin que yo lo pretendiera, y otras me he currado un gran post, pero que no ha tenido la repercusión que esperaba. Y quizás te pregunte cómo es posible que se pueda hacer un artículo o más al día.
Índice
¿Cómo hacer un artículo cada día?
Quizás tú también te preguntes cuál es el sistema para poder escribir y publicar un post al día sin que te dé un ataque de nervios.
Te lo dice una persona que lleva haciendo varios posts al día durante varios años.
A veces es francamente duro enfrentarse a la página en blanco. Y mantener el ritmo, la calidad y la constancia a lo largo de los días no es nada fácil. De hecho, no todos los trabajos los escribo yo directamente; tengo mis ayudantes para poder descansar de vez en cuando y reponer las pilas.
Hacer un post cada día puede ser fácil para un profesional, cuando te has acostumbrado a hacerlo y llevas escribiendo toda la vida. Pero no es lo mismo tener un blog y publicar 8 posts al mes de 1500 palabras, que gestionar 6 o 7 blogs al mismo tiempo, a la vez que te ocupas de coordinar otros proyectos. Excede por completo el esfuerzo de una sola persona, aunque lleve tinta en las venas.
En el caso de un redactor profesional, evidentemente que tienes que escribir cada día y dentro de unos límites, pero entiendo que es algo que no todo el mundo esté acostumbrado a hacer. En este post me gustaría compartir contigo algo que he aprendido a lo largo de todo este tiempo y que creo que puede serte útil si tu negocio tiene un blog o quieres tener uno. Tratemos de resolver esta duda.
¿Es necesario escribir un post cada día o más en un mismo blog?
Se nos ha dicho hasta la saciedad que lo importante en Internet es la inmediatez, actualizar constantemente, estar ahí todos los días.
Es mentira.
Quizás eso valga cuando tu negocio es la publicidad PPC. Pero, seamos sinceros, la mayoría no estamos en ese negocio porque no nos resulta rentable. Vendemos productos, servicios, formación y otras muchas cosas, pero la publicidad no es nuestra primera fuente de ingresos.
Gracias a este prejuicio, la blogosfera se ha ido llenando de una gran cantidad de contenidos muy parecidos entre sí que no aportan prácticamente nada de valor. Y de hecho, los textos malos y escritos rápidamente perjudican a tu marca.
Muchos blogs tienen estas características en común:
- Textos breves de 200-300 palabras, que ni ayudan al SEO, ni aportan valor al lector porque apenas se da información y son altamente temporales. Superficiales 100%. Altas probabilidades de caer a las profundidades de Google.
- A veces se crean contenidos plagiados de otros sitios, semi-plagiados o refritos.
- Poco esfuerzo e interés en la edición del artículo, que es casi tan importante como la propia redacción del texto.
- Puro texto industrial para venta directa; frases comunes y repetidas hasta la saciedad. “Existen una gran variedad de productos como éste”, “Este producto es de muy buena calidad”, “Cómpralo ahora”. Y bla, bla, bla.
Yo mismo he caído a veces en estos errores y releyendo los textos sé que no siempre me he sentido orgulloso. Por eso escribo este artículo; creo que se puede imprimir un estilo personal en la redacción de contenidos y hacer trabajos de más valor, lo cual me lleva a replantearme algunas dinámicas de trabajo y qué tipo de contenidos quiero ofrecer.
Podemos montar un blog con cientos de entradas que no aportan nada de valor al usuario, que no generan ventas y que no dan ningún motivo al lector para volver por ahí.
En cambio, hay otra manera de hacer las cosas: no escribiendo un post cada día en un mismo blog, sino dedicando más tiempo a crear posts más elaborados y de más calidad. Y te voy a explicar por qué.
Por qué los textos cortos y sencillos no funcionan
Se nos dice mucho que a la gente no le gusta leer y por tanto no vale la pena hacer posts muy largos. Sin embargo, si prestas atención a las estadísticas de Google Analytics en cualquier blog, te vas a dar cuenta de aquellos posts más largos son, en muchas ocasiones, los que tienen mayor número de visitas y en los que los usuarios pasan más minutos.
Google es hoy por hoy el principal motor de visitas de la mayoría de blogs. Quizás prefieras no depender tanto del Gran Buscador y apostar más por el tráfico procedente de tu lista de suscriptores o de tus redes sociales. Pero aún así, tus lectores siempre agradecerán contenido elaborado y de calidad.
No pasan más tiempo necesariamente en esos posts porque están leyendo el artículo palabra por palabra. Pueden estar haciendo una lectura rápida, deteniéndose en los puntos cruciales y los subtítulos, sin leer el texto, o viendo un vídeo que complementa el contenido.
Piénsalo por un minuto: ¿de verdad quieres que el lector lea tus contenidos más rápidamente?, ¿quieres que pase la vista por tu post y se vaya en menos de 5 segundos porque le parece muy básico todo lo que lee?
Independientemente de que el lector lea o no el texto de principio a fin, cuanto más elaborado y trabajado está un post, más va a llamar la atención del usuario. Y cuantos más minutos pase el usuario en tu página, más probabilidades de que interactúe con tu marca y compre un producto/servicio.
Aquí es donde entra en juego la maquetación y el diseño del artículo.
Un post no es solamente texto
Cuando tú haces un artículo, puedes llegar a pensar que ya está todo hecho. Pero lo cierto es que un post puede estar compuesto de un montón de elementos que hacen que resulte atractivo. Por ejemplo:
- Imágenes.
- Infografías.
- Tuits embebidos o textos para tuitear.
- Vídeos explicativos.
- -Etc.
No se trata de alargar los posts innecesariamente, sino de dar contenido concreto y variado, donde no todo sea texto, aunque sí la parte fundamental. Crear textos puede ser rápido, pero no lo es crear un post muy trabajado.
¿Qué desventajas tiene hacer un post cada día?
Escribir todos los días un post para tu blog también tiene sus desventajas:
1. No todos los días vas a estar al 100% y eso se nota. No te impongas la obligación de publicar sí o sí. Tus lectores y tu salud te lo agradecerán.
2. A veces un solo post de 1000 palabras puede más que 5 de 200 palabras, en términos de marca, atracción de tráfico y conversión. Estás capitalizando mal tu esfuerzo al hacer un post al día, en lugar de dedicar un par de tardes a hacer dos buenos posts.
3. Todo el mundo sabe escribir textos de 200 palabras, volcarlos en WordPress y apretar el botón de publicar. No todo el mundo tiene paciencia para elaborar un tema de forma profesional, buscar y editar fotografías, hacer vídeos, embeber tuits y cosas por el estilo.
4. Si quieres destacar en Google, tienes que aportar el mejor contenido. Y si vas a escribir sobre “Cómo hacer un blog”, te aseguro que tienes mucha competencia y con un texto de 300 palabras y una foto no vas a aparecer ni en la primera página, ni en ningún sitio.
5. Aunque hagas un posts cada día, las primeras semanas tu blog todavía está en el laboratorio de observación de Google. No te vas a posicionar más rápido por publicar todos los días. De lo que se trata es de que te asegures de que vas a tener una dinámica de publicaciones constante.
6. Se te acaban los temas. Has tratado superficialmente temas en los que te podrías haber extendido mucho más.
No sólo de posts vive un blog…
Puedes dedicar todo el esfuerzo del mundo en hacer 30 posts de 300 palabras al mes, levantándote por la mañana a primera hora.
Y aún así, eso no te garantiza que tu blog llegará a tener éxito. O no todo el éxito que podrías obtener si dedicaras más esfuerzo hacia lo que funciona y menos a lo innecesario.
No sólo de posts vive un blog. Hay muchas más cosas que hacer para incrementar las conversiones. Por ejemplo:
-Crear un lead magnet para conseguir más suscriptores para tu lista de correo (una tarea pendiente en Mi Redactor).
-Optimizar los textos de tus páginas de producto/servicio para aumentar las conversiones.
-Hacer un newsletter de calidad que ayude a fidelizar a los usuarios que se han suscrito a tu lista de correo.
Este post tiene 1500 palabras y lo he escrito muy rápidamente, pero si has llegado hasta aquí es porque te ha llamado la atención.
¿Estás creando contenidos de calidad para tus lectores, o malgastas tu esfuerzo en abarcar muchos temas, pero superficialmente?
Interesante reflexión, Samuel. Es algo que yo también me pregunto, si realmente vale le pena escribir todos los días, sacrificando la calidad del contenido. Porque no siempre se está igual de fresco, con la misma creatividad y claridad de ideas para redactar. Personalmente yo soy partidaria de ofrecer textos que aporten algo diferente, algo nuevo, que estén bien documentados y que consigan captar la atención del lector, aunque la periodicidad de publicación sea menor.
Pero, por otro lado, también considero que al principio tiene que ser un poco así, acostumbrarse a escribir mucho para ir puliendo el estilo, comprobando resultados, mejorando técnicas de posicionamiento, etc. Y en este punto creo que la autodisciplina es fundamental, aquello de que la inspiración existe, pero te tiene que pillar trabajando…
¡Saludos!
Muchas gracias por tu comentario, Eugenia. Es verdad que escribir todos los días es una disciplina necesaria y los redactores web lo sabemos bien 🙂 La obsesión por publicar a diario en un mismo blog, aun a costa de crear contenidos de mala calidad, es lo que no logro entender. Un saludo.